Thursday, May 21, 2009

SALGAMOS DEL CUARTO DE CASTIGO



Estimadas todas,

Ya hace mucho tiempo que tuve oportunidad de abrir este blog. Y ahora sé que este blog se mantiene por cuenta propia, lo mantienen ustedes, con sus comentarios y participación, lo cual me llena de alegría y agradecimiento.

Ahora ha llegado el momento de invitarlas a conocer otro blog que es justamente todo lo contrario a nuestra adoración a un personaje de caricatura.

Pensemos un poco...

Pregúntense si sus relaciones conyugales o de pareja han sido influenciadas por este "amor" infantil o adolescente hacia un personaje ficticio llamado Terry Grandchester. Si no ha sido la gran influencia, estoy segura que en algún momento seguimos soñando con ese príncipe rebelde que tanto anhelamos conocer o que incluso, ya hemos conocido.

Después de haber sufrido una relación inmensamente fuerte el año pasado, platicaba con una amiga sobre la aprehensión sentimental que tengo en Terry. Y esa plática lanzó verdades que son dolorosas, pero que nos pueden hacer crecer como mujeres, y ser mujeres libres.

¿Recuerdan ese fatídico episodio donde a Candy la castigan las monjas del internado por estar con Terry en el establo? Ella se queda en el cuarto de castigo, es a ella a quien, por su condición de status social y por ser mujer, se le encierra y castiga. ¿Qué hace Terry? Todas esperaríamos a que ese Terry quien tanto amaba a Miss White Andry se le ocurriría romper la puerta y llevársela, no? PUES NO. Él, con un acto de "amor" y de tremendo egoísmo, se queda arrojándole algunas notas de su armónica... (Armónica que, por cierto, pertencía a Candy).
Al día siguiente, Terry parte en pro de su futuro, en pro de sus sueños. Esas notas salidas de la armónica son su "detalle", y son sus miserias arrojadas a una mujer que ha sacrificado su posición, su virtud, por él. Les suena familiar? Por supuesto.

Triste en verdad.

¿Cómo, mujeres, podemos seguir añorando a hombres como Terry Grandchester que arrojando notas al aire que nada les cuesta son las miserias que recibimos con júblilo, porque en última instancia, son sólo ellos los que sacrificarán a sus mujeres en pro de sus sueños, de su carrera profesional, de su vida?

¿No creen que ha llegado ya el momento de decidir por nuestras vidas, olvidar a Terry, olvidar todos esos Terrys que han representado infinitos desamores, desilusiones, desencantos, des, des, des...? Por qué no, salimos de una vez por todas de ese cuarto de castigo, y dejemos de esperar escuchar esas notas que nos arrojan, con a lo lejos? Es hora de salir. No esperemos que ningún Terry tire la puerta y venga por nosotras.

Es tiempo de vivir. Salgamos de esa torre. Salgamos para nuestro bien de ese internado.

Alguna vez mi hermana me dijo, "Gaby, deja de buscar Terrys, busca Alberts". Con esta sencilla frase, esa niña interior, esa Gaby pequeña, entendió al fin, que había sido una gran pérdida de tiempo buscar a un personaje de caricatura en la vida real. Esa Gaby pequeña vivió mucho tiempo viviendo en una fantasía, tal cual, como Terry es, una voz en el tiempo, un manojo de tintas sobre papel, una aparición esporádica en la televisión, un fantasma.

Chicas, están invitadas a participar, leer, comentar lo que quieran en el blog de mi buena amiga Alejandra Espino.


Saludos,

Gaby de la O